Una de las mayores preocupaciones a nivel ecológico mundial es la contaminación en las grandes ciudades. Esto, en gran medida, es debido a la proliferación y al uso de vehículos con motor térmico. Dicha contaminación se puede separar en tres grupos: emisiones de gases nocivos para la salud de las personas, emisiones de gases que favorecen el efecto invernadero como el dióxido de carbono y contaminación acústica responsable del estrés urbano.
Estos niveles de contaminación se pueden reducir incorporando sistemas que mejoren la eficiencia energética de los vehículos, como por ejemplo parar el motor térmico mientras el vehículo permanece detenido en un semáforo o parada y aprovechar la energía cinética de las deceleraciones y frenadas para que el alternador recargue la batería.
Estas funciones entran dentro de lo que se denomina «microhibridación» o sistema Start & Stop, introducidos de forma masiva por la mayoría de los fabricantes de automóviles a partir del año 2010. La incorporación de estas funciones conlleva una serie de cambios en varios de los sistemas del vehículo, el sistema de arranque y carga y la distribución de la alimentación eléctrica. Además, en dichos sistemas se añaden nuevos componentes que participan en estas funciones. De la misma manera, participan un mayor número de elementos en sus funciones y la unidad de control del motor necesita incorporar un software actualizado para ejecutar y controlar dichos sistemas.
El objetivo del sistema Start & Stop es reducir el gasto de combustible y con ello las emisiones contaminantes. Para ello, el sistema está diseñado con una estrategia de trabajo que requiere el cumplimiento de una serie de requisitos básicos que permitan su activación. A continuación, se enumeran estos requisitos:
-El sistema debe de estar activo sin que el conductor lo haya desconectado voluntariamente a través del interruptor de desconexión. Se recuerda que por defecto el sistema está diseñado para permanecer siempre activado con cada ciclo de conducción.
-La temperatura de funcionamiento del motor por encima de un valor mínimo.
-La batería con suficiente carga eléctrica.
-La puerta del conductor y el compartimento del motor cerrados.
-El cinturón del conductor abrochado.
-El nivel de temperatura requerida en el habitáculo satisfecha por el climatizador.
-El nivel de vacío en el servofreno suficiente para garantizar una buena frenada.
-No estar estacionado en una pendiente superior al 10 % ni realizando maniobras de aparcamiento.
-No tener activados consumidores eléctricos grandes como lunetas térmicas, limpiaparabrisas, etc.
-En el caso de los vehículos de gasoil, el sistema antipolución no debe estar realizando ninguna regeneración del filtro de partículas, puesto que durante la eliminación de las partículas el motor de combustión no puede parar.
Una vez que se están cumpliendo estos requisitos básicos, el sistema Start & Stop está listo para funcionar de manera activa. Su estrategia será parar el motor cuando no se necesite y para ello esperará a que ocurra esta situación.
Las exigencias de las normativas anticontaminación y los buenos resultados de los vehículos híbridos han influido fuertemente en los fabricantes para dotar a los vehículos de un sistema Start & Stop eficiente y al mismo tiempo más sencillo y barato que el de los vehículos híbridos.
En definitiva, los fabricantes de vehículos con motor térmico han visto en el sistema Start & Stop una línea de desarrollo interesante para conseguir mejorar la eficiencia de sus vehículos, al tiempo que reducen las emisiones contaminantes cuando se circula en zonas urbanas.