Acero aluminizado
Es el material más utilizado en la fabricación del conducto de escape.
Posiblemente en sus visitas a talleres de reparación de automóvil, el mecánico les ha podido hablar sobre este material, pero ¿qué saben del acero aluminizado?
La composición del acero aluminizado consiste en la unión de dos materiales:
- Capa de acero laminado.
- Recubrimiento protector de aluminio.
Este material se puede denominar de diferentes formas. Cuando sólo se aplica una capa de aluminio en una sola cara se llama acero aluminizado de capa simple. Cuando se aplica una capa de aluminio a cada una de las caras del acero a este se le denomina acero aluminizado de capa doble. Este proceso tiene una finalidad práctica e intencionada debido al conocimiento de las propiedades de cada elemento. El acero laminado proporciona una resistencia importante para proteger el conducto del escape en el momento de un impacto y ayuda a la elasticidad del material para no producir tensiones internas que lo puedan quebrar. Según la aleación del acero que se utiliza puede ser más elástico o menos elástico.
El aluminio se utiliza con el fin de preservarse de la oxidación, aunque es curioso que la gran mayoría tenga entendido que el aluminio se monta con la condición de no oxidarse y en realidad está oxidado constantemente. El óxido de aluminio provocado por la reacción química del oxígeno, siendo más inestable que el hierro, es transparente y se deposita en toda su capa externa. La oxidación del aluminio es mucho más rápida que el hierro, mientras que este último se oxida en años el aluminio lo hace en el mismo instante que se encuentra en contacto con el oxígeno. A partir de este momento cuando alguien quiera argumentar que el aluminio no se oxida podremos hacer uso de esta curiosidad y decir que es todo lo contrario,
“El aluminio está constantemente oxidado”.
La calidad del acero aluminizado depende de la cantidad utilizada por metro cuadrado. El número de capas que recubren el acero laminado pueden ser de una o dos capas.
Si se utiliza acero aluminizado de baja calidad, sobretodo de acero bajo en carbono, se puede reproducir la oxidación en la parte interna del conducto del escape y el silenciador, obteniendo resultados negativos sobre los niveles de contrapresión del sistema y la vida útil del catalizador, sondas lambda, etc.
Existen tablas como la de ejemplo que nos pueden facilitar la comprensión de la vida útil del escape según la cantidad de aluminio implementado.
- De 6 a 12 meses si la aleación de acero aluminizado es de 80/m2 con una capa de 1.2 mm.
- De 12 a 18 meses si la aleación de acero aluminizado es de 120/m2 con una capa de 1.2 mm.
- De 18 a 24 meses si la aleación de acero aluminizado es de 120/m2 con dos capas de 0.5 mm más una de 0.7 mm.
- De 30 a 36 meses si la aleación de acero aluminizado es de 120/m2 con una capa de 0.5 mm de 150 gr/m2 más una capa de 0.7 mm de 150 gr/m2.
Ahora podremos tener una perspectiva diferente cuando tengamos que sustituir nuestro tubo de escape e informarnos de parte de sus propiedades teniendo en cuenta los materiales que se han utilizado en su fabricación haciéndonos una idea de la prolongación de su vida útil.
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