Energías alternativas GNC y GLP

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Cada vez más se están utilizando las energías alternativas en el mundo del automóvil, el distintivo medioambiental ECO  de la DGT hace que estos vehículos se beneficien de ciertas ventajas como por ejemplo, poder circular por las grandes ciudades, descuentos en zonas de estacionamiento vigilados, etc. Este tipo de vehículos se mueven con gas GNC o GLP.

Este tipo de vehículos son más limpios en emisiones de gases y duplican la duración del motor debido a un menor desgaste. Una de sus mayores ventajas es que producen menos depósitos carbonosos en la combustión y permiten que el aceite se mantenga en buenas condiciones durante más tiempo, aunque el gas no permite que la lubricación sea tan buena como en la de un coche que funcione con combustible y puede producirse un desgaste prematuro, es por este motivo que estos vehículos requieren que se les realice un buen mantenimiento.

GNC

Se trata de gas natural comprimido y es similar al que se utiliza en el hogar pero de manera optimizada para poder utilizarse en los vehículos. Se trata de un hidrocarburo y por tanto no es renovable. Es un tipo de gas ligero que no puede licuarse por compresión sin enfriarlo antes a una temperatura de -161ºC; es por este motivo que en los vehículos se almacena comprimido a unos 300 bares y se cuenta por kilogramos a la hora de repostarlo.

Este tipo de vehículos son bi-fuel, con lo que si no se encuentran lugares para repostar, siempre está la opción de la gasolina.

Una de sus mejores ventajas es su bajo coste, el único problema es que no todas las estaciones de servicio disponen de repostaje de este gas con lo que es un detalle a tener en cuenta a la hora de realizar un viaje.

En el mercado las siglas TGI  o g-tron del grupo VAG son los fabricantes que están apostando por este tipo de combustible.

GLP

El GLP, también llamado autogas, es un gas licuado de petróleo, una mezcla de butano y propano. Estos dos gases son más densos que el metano con lo que se pueden licuar más fácilmente por compresión. El depósito donde se almacena este gas se suele colocar en la cavidad que tradicionalmente se coloca la rueda de repuesto y su recarga se realiza por litros. Su repostaje es parecido al de la gasolina aunque debido a la compresión que necesita, la boca de repostaje se conecta con el vehículo de forma hermética.

Igual que el GNC una de sus mayores ventajas es que su precio es muy económico, aunque hay que destacar que los vehículos que funcionan con este gas tienen un consumo algo más alto en comparación con un gasolina teniendo menores prestaciones.

Este tipo de vehículos también son bi-fuel con lo que también es posible repostar gasolina ya que su mecánica está preparada para funcionar con ambos combustibles. Los vehículos que ya vienen de origen con la adaptación hecha tienen ciertos elementos del motor reforzados, mientras que los que no, el usuario particular es el encargado de aventurarse en la transformación.

Para el arranque siempre utilizan gasolina y cuando alcanzan una cierta temperatura pasan a funcionar a gas.

Como resumen final queremos comentar que si se analizan los beneficios tanto económicos como medioambientales, ambos combustibles empatan, se reducen mucho las emisiones y el precio es menor que el de la gasolina y hay un menor desgaste de los elementos mecánicos.

Author: Buscador de Talleres

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