Se denominan aceites Low SAPS (Sulfated Ash, Phosporus and Sulfur) aquellos que reúnen una serie de características beneficiosas para el cuidado del medio ambiente y el cumplimiento de las exigentes medidas antipolución de los vehículos.
Debido a que no era suficiente con las mejoras tecnológicas implantadas en cuanto a la combustión de los motores para superar las normativas de emisiones contaminantes a la atmosfera, sobre todo con la llegada de la Euro 6 en el año 2014, los fabricantes añadieron sistemas de postratamiento de los gases de escape, apareciendo los conocidos filtros de partículas (FAP o DPF) y los sistemas de aditivación posteriores (SCR). La utilización de los aceites estándar, que no permitía una buena durabilidad de los filtros, al acumularse sobre todo tres residuos perjudiciales para la combustión, y la creciente exigencia en anticontaminación, generaron la necesidad de mejorar la formulación de los lubricantes, siendo específicos para cada fabricante y menos agresivos para estos sistemas de escape.
Se entiende ahora el nombre elegido para este tipo de aceites de bajo contenido en cenizas, formado por Low, de su significado de «bajo» en inglés, y SAPS, de las siglas de cenizas sulfatadas (SA), fósforo (P) y azufre (S). Su composición es con aditivos no convencionales y químicamente adaptados, resultando en aditivos no metálicos que reducen en un tercio la cantidad de cenizas sulfatadas y manteniendo la misma efectividad.
Los aceites Low SAPS son compatibles tanto para motores diésel como de gasolina, incluso si no incorporan sistemas de tratamiento de los gases de escape, puesto que al quemarse en el motor dejan bajos niveles de cenizas sulfatadas, fósforo y azufre.
Para identificar este tipo de lubricantes, la normativa europea dispuso las nomenclaturas ACEA C (C1, C2, C3 y C4). Además, muchos constructores dotan a los aceites de características propias, consiguiendo superar estas normativas, como son los casos de BMW (Longlife-04), Mercedes-Benz (MB 229.51, Volkswagen (VW 504.00/507), Renault (0720), Citroën y Peugeot (PSA B71-2290), GM-Opel (Dexos II), Ford (WSS-M2C 913C o 917-A), Mazda (JASO DL-1), etc.
A continuación, se muestra una lista de las ventajas que proporcionan los aceites de bajo contenido en cenizas:
-Alta periodicidad de sustitución gracias a la ingeniería molecular de los aditivos y sus bases sintéticas.
-Maximizan la eficacia de los sistemas de control de emisiones diseñados para cumplir con las últimas normativas en emisiones, alargando la vida útil de los mismos.
-Facilitan los arranques en frío y mantienen la protección de las piezas incluso a muy altas temperaturas de funcionamiento.
-Excelentes propiedades de detergencia, dispersancia y antidesgaste, prolongando la vida útil de las piezas.
-Reducen la fricción entre elementos, permitiendo un ahorro de combustible frente a un aceite convencional y, por lo tanto, una disminución en las emisiones de CO2.
