A pesar de que parece una tecnología relativamente nueva e innovadora, a principios de los 80, exactamente en 1981, Cadillac ya puso en práctica este sistema en sus motores L62, motores en forma de V. Otros fabricantes, como pueden ser Volkswagen, Ford en sus motores de 1 litro o Alfa Romeo y Mercedes, entre otras, están perfeccionando este sistema para poder afrontar las exigentes y nuevas medidas de polución.
Cadillac en su caso, elegía el tipo de motor que necesitaba según el modo de conducción y se ajustaba así el consumo de combustible. Por desgracia, en 1981 la electrónica no estaba del todo conseguida y los problemas eran evidentes. Todo aquel que hundía su pie derecho en el acelerador comprobaba cómo el coche pasaba de 4 a 6 cilindros y luego a 8 cilindros previo brusco tirón. Eso en condiciones normales, ya que la lentitud en pasar de una configuración a otra hacía que el primitivo ordenador se colapsara y cambiase a diestro y siniestro, y con cierta demora, el número de cilindros operativos. Por si esto fuera poco, la electrónica se estropeaba frecuentemente, debido a su exceso de trabajo.
La propia marca, ofrecía actualizaciones de software que iban mejorando el funcionamiento, pero nunca llegaban a realizar el cambio de cilindros activos sin que esto fuera molesto para el cliente. En estos momentos, los clientes de Cadillac no podían esperar al avance de la electrónica y muchos de esos clientes descontentos pidieron que les desconectaran su motor del mundo digital, coincidiendo ese momento con la última vez que visitaron un concesionario de la marca. El L62 desprovisto de su particular “HAL 9000” resultó ser un magnífico motor de deficiente eficiencia energética típicamente americano, siendo el último “Big Block”, y a nadie pareció importarle su jubilación.
Las pérdidas por estrangulamiento, es el estudio en que los fabricantes están poniendo hincapié para poder desarrollar la desconexión de cilindros con la máxima eficacia. Esta se produce por un funcionamiento a régimen bajo, provocando una falta de rendimiento y un consumo excesivo de combustible, concepto que se podrá ver y estudiar más entretenidamente más adelante.
Para reducir las pérdidas de rozamiento en el momento de ciclo de un motor de cuatro tiempos, se han utilizado hasta ahora varios sistemas, como pueden ser la dotación de una distribución variable como el sistema Multiair de Fiat o, simplemente, un sistema bastante conocido como es el sistema Valvelift del grupo Volkswagen.
La finalidad de estos sistemas es poder controlar una mezcla más homogeneizada, la cual dará mayor precisión a la hora de obtener menores consumos y rozamientos por efecto bombeo.
